miércoles, 20 de abril de 2011

Cuando las palabras atrapan un alma que no te puedes llevar.

"A veces llego demasiado pronto, me adelanto" ... y entonces es cuando puedo enamorarme de un alma que aún ni puedo ni quiero llevarme.

"La Ladrona de Libros" de Markus Zusak es uno de esos libros que me resistía a leer. Judíos escondidos en sótanos, juventudes hitlerianas, el horror de la guerra y una niña que robaba libros... ¡Uf! Pensé, el señor Zusak ha escrito el diario de Ana Frank II o por ahí van los tiros.

Lejos de la realidad.

Podría haber sido una historia mas de una niña judía en medio del holocausto. Pero no lo es:

(Puñetita) Cosas sobre la historia (puñetita)
Primera cartilla: Manual del sepulturero
Instrumento de amor: Acordeón
El sotano: Max
Héroe: Jesse Owens con el pelo color limón
Recompensa: Un beso
¿Algo peor que un chico que te odie?
Un chico que te quiera.

Desconcertante al principio descubrir quien nos cuenta su historia... ¿Importa de veras ponerle un nombre?

Me joroba que me cuenten antes de tiempo quien va a morir... ¿Absurdo enfado el mio, teniendo en cuenta quien es el narrador?

Es la historia del poder de las palabras. De esas que destruyen vidas, sin usar una arma. De esas que crean hazañas y mueven masas. De alguien que ama las palabras, por encima su entorno y de sus recuerdos.

Es la historia de una ladrona de libros, cierto, pero también es la historia de un beso que espera llegar a tiempo y de la fuerza del ser humano en su fragilidad y en su crueldad... y de muchas, muchas cosas más.

Me equivoqué, hay libros que aún pueden llegar a sorprenderme en el fondo y en la forma. Hay otras formas de contar historias y de escribir libros. "La ladrona de libros" es un claro ejemplo de ello.

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