He vuelto a ver en la tele la película de Disney MULAN. Hacía tiempo que no la veía y me he vuelto a reír como entonces y es que no hay nadie como Disney para hacernos reír y llorar con cualquier historia.
Y da igual que sea en la época moderna o en la época antigua del imperio chino, la forma que tenemos de vernos los hombres y las mujeres, los unos a los otros, a mi modo de entender ha cambiado poco. Será por eso que descubrir que para algunos "Esa gran mujer que le ama es su madre" (aunque no lo confiesen jamás) y descubrir que muchas mujeres van disfrazadas de hombre (aunque sea por dentro) a la batalla del trabajo diario, ya ha dejado de sorprenderme.
No es cuestión de machismo o feminismo... no es cuestión de ser iguales (que lo somos en derechos y obligaciones) o distintos (físicamente los somos, pese a quien le pese) es cuestión de mentalidad. Y ni es bueno ni es malo. Es un hecho. No somos iguales. Y precisamente ahí esta lo divertido...porque la única realidad, sin discusión, es que no podemos sobrevivir los unos sin los otros.
Pero como también pasa en MULAN a veces las risas acaban en tragedia, cuando ves que hay personas que se siguen matando unas a otras simplemente porque no entienden que nada justifica la violencia... y mientras que para unos los contrario al amor es el odio, para otros muchos lo contrario de ese mismo amor es el miedo...ojalá que nada ni nadie nos haga perder ese sentimiento entre hombres y mujeres ¡Mi dulce y linda flor!
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